El pueblo está consternado. Cuando cuatro mozos del pueblo llevaron a los quince kobolds ante el párroco de Bravidos del Valle para que determinara el elegido, éstos se rebelaron, atrincherándose en la iglesia y lanzando al párroco desde lo alto del campanario. —Pobres muchachos —se escucha entre la multitud agolpada frente a la iglesia— ¿Quién podrá liberarlos?
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